capitulo 22 y (último)

  

Jorge sigue una pista que lo conduce hasta esa hacienda en la que viven Emilio y Camilo. Participa en la búsqueda por amor a Ramiro con quien vive un romance. Emilio no lo quiere ver porque es el amigo de Manuel. Camilo lo quiere echar de la casa pero Jorge les suelta:

--¡Miguel está en la cárcel¡

Camilo y Emilio lo miran sorprendidos. Jorge sigue hablando:

--Lo metió la mamá y Manuel por lo de la paliza que le dio.

Emilio sujeta con fuerza a su hermano  Camilo tiene un nudo en la garganta.

--no puedo creer que su madre hiciera eso --Camilo.

--Lo hizo porque Miguel se enamoró de usted, quiso parar la venganza de su madre y por eso Lucrecia se vengó. Miguel quiere mucho a su madre y por miedo a que le pase algo porque parece que la señora está enferma pues no la contradijo hasta que se enamoró de usted.

Camilo se ha quedado pálido. Emilio mira a su hermano y dice:

--tenemos que ayudarlo. Es mi hermano.

Camilo abraza con fuerza a su hermano.

Dos días después Lucrecia recibe, en la mansión del Pozo donde vive como millonaria, la visita de Camilo.

--¿¿qué haces tu aquí? --con odio.

Pero Camilo no le dice nada. Le tira unos documentos a la cara:

--Aquí tiene todo el patrimonio de mi padre. La mitad porque la otra mitad ya lo tiene usted. Es suyo si saca a Miguel de la cárcel.

A Lucrecia le brillan los ojos. Es un sueño para ella. 

 

Miguel sale en libertad. No sabe porqué, no sabe como. En la puerta lo espera Ramiro. Los dos se abrazan.

--¿¿cómo lo lograste?

Y Ramiro señala a alguien. Es Camilo. Miguel no se lo puede creer. Camilo corre hacia él. Miguel se echa en sus brazos. Los dos se abrazan llorando.

--mi amor. ¿como lo hiciste?

--Eso no importa.

--perdoname. --llora Miguel.

Camilo lo calla con un beso:

--no digas nada. Te amo.

Miguel lo estrecha contra su pecho.

--te amo,  te amo.

Los dos no pueden dejar de llorar. No pueden creer que al fin estén juntos. Miguel quiere saber cómo ha logrado su libertad pero Camilo le dice:

--luego hablamos de eso, hay alguien que quiere verte.

Y se acerca a él Emilio. Lo abraza. Los dos se abrazan  con fuerza.

--me alegro tanto de verte, hermano --Emilio.

Emilio es muy cariñoso. A Miguel le emociona tener el cariño de su hermano.

--Gracias  No me lo merezco. Yo no tengo cara para mirarte. Perdóname por permitir que te lastimaran.

Miguel llora. Emilio lo acaricia emocionado. Lo besa en la mejilla.

--ya no importa nada. Quiero disfrutar de mis dos hermanos y que los dos sean felices.

Camilo está feliz. Miguel y Camilo se agarran de las manos. Unen sus cabezas. Camilo y Miguel se abrazan.

--no puedo creer tanta felicidad.  No puedo ser más feliz --van diciendo ambos.

Camilo lo mira enamorado y dice dulcemente:

--¿te quieres casar conmigo?

Miguel abraza a Camilo llorando:

--¡¡sí, claro que sí.¡

Camilo y Miguel se besan. Emilio abraza a sus hermanos feliz, 

 

 

La familia se traslada a un pequeño departamento. 

--espero que te guste nuestra casa. No tenemos más dinero --le dice finalmente Camilo a Miguel.

--¿y eso?

--No quiero que te vayas a enojar. Se lo di a tu mamá para que te diera tu libertad.

Aunque le duele que su madre se haya salido con la suya, a Miguel le emociona el gran amor que le ha demostrado Camilo con eso.

--¿¿tú hiciste eso por mi? --sorprendido y emocionado.

--Eres mi vida. Sin ti no tengo nada.

Miguel rompe a llorar.

--No lo merezco,  fui un miserable.

Camilo lo abraza y lo acaricia:

--si me amas todo queda olvidado.

--te amo y te  voy  a amar siempre.

Se besan mientras van hacia la cama y viven su tercera noche de amor que disfrutan con toda la intensidad de un gran amor.

Además aunque tiene todo el dinero de la familia, a Lucrecia le duele que su hijo esté alejado de ella:

--¡¡lo voy a matar por haberme robado a mi hijo¡

Lucrecia planea matar a Camilo el día de la boda. Manuel debe secuestrarlo. Al chico se le pincha una rueda. La cambia. Va a llegar tarde y no quiere fallar a su tía que no desea que esa vida se celebre. Maneja a gran velocidad. Se Salta un stop. Un auto se atraviesa y el choque es brutal. Manuel se golpea la cabeza con el volante y muere al instante.

Miguel y Camilo se casan en el Ayuntamiento de Santa María del Mar. Los novios llegan juntos. Vestidos iguales y tomados de la mano. Emilio y Ramiro son los testigos. Jorge está detrás de Ramiro. Se acarician la mano con mucho amor. 

Miguel y Camilo se besan. Ya son marido y marido. Miguel y Ramiro se unen en un efusivo abrazo. Camilo y Emilio en otro. Luego Miguel y Emilio se abrazan con mucho cariño. Los novios salen abrazados, felices. Se besan bajo la lluvia de arroz. De pronto interrumpe Lucrecia, que al no tener noticias de su sobrino ha decidido actuar ella. Está furiosa porque Manuel no ha impedido la boda. Se acerca a ellos y apunta a Camilo  con un arma.

--¡no me vas a robar a mi hijo, maldito¡

Dispara. El terror se apodera de todos. Miguel protege a Camilo con su cuerpo pero antes que reciba el impacto de la bala Emilio se abalanza hacia Miguel y recibe la bala. Emilio cae herido de muerte.

--¡¡mira qué hiciste¡ --le reprocha Miguel a su madre horrorizado.

Lucrecia va a volver a disparar pero llega la policía y huye. La persiguen. La acorralan y ella enloquecida les dispara y la acaban acribillando. Cae muerta en la calle.

Miguel y Camilo lloran de rodillas ante la agonía de su hermano. Están enloquecidos por el dolor.

--¡¡te vas a poner bien¡¡te vas a poner bien¡¡ --Camilo.

Miguel acaricia a su hermano:

--me salvaste la vida -Miguel emocionado y triste por el gesto de su hermano.

Cada hermano le agarra una mano y le suplica que no se rinda. Emilio los mira a ambos y con un hilo de voz dice:

--sean felices. Los amo.

Y muere. Miguel y Camilo lo abrazan llorando y conmocionados por el dolor.

5 años después... Miguel y Camilo lucen cuerpazo en la playa. Con un estrecho bañador. Un niño de unos tres años está jugando en la arena. Los llama.

--¡papás¡¡más arena¡

Contesta Miguel.

--voy Emilito, hijo.

Camilo lo contempla con amor y deseo. Ese amor y deseo que aumenta cada día. Lo ama pero ese cuerpo lo sigue enloqueciendo cada día más. Es un guapísimo y sexy papá. Camilo se levanta. Es un hombre explosivo. Ahora es Miguel quien no le quita los ojos de encima. Lo ama y lo desea locamente. Los dos ayudan a su hijo con el castillo de arena. Se guiñan el ojo.

Los dos se miran seductores, se hablan con coquetería.

--¿y que dice  el papá más sexy? --Camilo.

--¿y que dice el papá más irresistible? --Miguel.

Se miran con dulzura.

--que te amo.

--que te amo.

La pareja se besa apasionadamente en presencia de su hijo que los mira divertidos.

Después de acostar a su hijo se desnudan para ducharse. Siempre juntos. Besándose. 

--¿y no te gustaría tener una nena? --Miguel 

--nada me gustaría más.

-pero esta vez quiero que el esperma sea tuyo. Quiero verte en sus ojos.

--mi amor…--susurra Camilo feliz.

A pesar de los sinsabores del pasado han formado una hermosa familia. Tienen una bonita vida. Y lo celebran amándose y haciendo el amor bajo la ducha.

FIN.

capitulo 21

Miguel es esposado y llevado al auto patrulla. Mientras una ambulancia se está encargando de Manuel. Lucrecia se va con él.

--¡no, esto no es posible¡¡ --dice Miguel incrédulo.

A lo lejos madre e hijo se miran. Lucrecia lo mira desafiante como diciéndole a su hijo:

--¡¡nadie puede conmigo¡¡

Miguel  no da crédito a la maldad de su madre que está dispuesta a todo con tal que no se acerque a Camilo. Se queda quieto mirando a su madre con tristeza, preguntándose sí siempre fue así de despiadada o cambió en algún momento. Los policías le dan empujones para que entre en el autopatrulla. Miguel mira triste a su madre, a la gente que lo mira. Piensa en Camilo. Piensa en la mala suerte que ha tenido que todo ha ocurrido en el momento que se le iba a acercar. Mientras Miguel es conducido a la delegación, Manuel es llevado a una clínica. Miguel está solo. Triste y angustiado pensando en el daño que le ha hecho tanto a Camilo como a su hermano.  Manuel está con Lucrecia. Ella siempre a su lado.

--¿te duele? --le pregunta preocupada.

--si esto te ayuda a ti no me importa.

Manuel está muy dolido por fuera y por dentro. Le da rabia la actitud de Miguel así que está dispuesto a hacer todo lo que quiera Lucrecia para devolvérsela.

Camilo y Emilio llegan a su casa. Emilio no quiere ver a nadie y se encierra en su cuarto. Camilo no insiste, ha sido un día duro para él también. Camilo entra en su cuarto.  Tiene ganas de darse una ducha y descansar. Se va desnudando 

--mañana será otro día.

El agua fría cae sufre su cuerpo y lo relaja. Jadea. Lo goza. Necesitaba ese momento para él. Le gustaría que el agua pudiera limpiar su dolor.

Emilio desnudo en la ducha. Manuel lo ha humillado dos veces. La segunda pública. Su vergüenza es conocida por todo el pueblo. No podrá salir a la calle ni a pasear a sus perros. Siente que la gente lo señalará como el degenerado que regaló un imperio por coger. Y lo que lo humilla más es que se ha quedado con las ganas de coger con Manuel. Se siente muerto en vida. No soporta la humillación pública a la que ha sido sometido. Sale desnudo de la ducha. El agua está hirviendo. Agarra una cuchillas y vuelve a meterse en la ducha. Piensa en Manuel. En como lo deseaba. En como lo humilló. En lo que ha ocurrido en la plaza. El dolor lo derrumba. Cae al piso de la bañera llorando deshecho y ese dolor le da fuerzas para hacer lo que quiere. Acerca la cuchilla a la muñeca. Aprieta y empieza a sangrar. 

Camilo está relajado en la ducha. Los perros de Emilio aullan sin consuelo. Es un mal presagio. Camilo salta desnudo y mojado. Corre al cuarto de su hermano y se lo encuentra desangrándose. Se lanza sobre él enloquecido.

--¿¡qué hiciste, hermano?¡¡qué hiciste?¡

Y grita desesperado pidiendo ayuda. 

Miguel está en la cárcel. En su celda. Se aferra a los barrotes.

--¡¡tengo que salir de aquí¡¡¡¡tengo que salir de aquí¡¡

El hombre está muy angustiado.

--¡¡tengo que verlos¡ 

Ramiro ha llegado al pueblo. Ha llegado para apoyar a su amigo. Miguel se emociona al recibir su visita en la cárcel. Miguel está desesperado.

--¡¡tengo que salir de aquí¡

--te voy ayudar --le asegura Ramiro.

Miguel le cuenta todo lo que ha ocurrido. 

--voy a hablar con ellos para que te ayuden

--no pierdas tu tiempo. Me odian. --dice abatido.

Miguel está muy aferrado a los barrotes. Ramiro le acaricia las manos:

--confía en mí. Si ellos saben que estás en la cárcel se van a dar cuenta que no estás a favor de tu madre.

Con ojos llorosos y el alma rota, Miguel le dice a Ramiro:

--Dile a Camilo que no lo engañé, que la noche que pasamos fue la mejor de mi vida.

Habla con la voz rota:

--dile que me estoy enamorado de él y que espero que algún día pueda perdonarme.

los ojos de Miguel están llenos de lágrimas. Ramiro le tiene agarrado las manos. Es muy cariñoso. Trata de animarlo.

--te voy ayudar. Te lo juro.

Ramiro besa las manos de su adorado amigo. Lo mira con angustia.

--te juro por mi vida que te saco de aquí 

Ramiro no soporta verlo destruido. Miguel vuelve a su celda. Solo. Triste. Se derrumba pensando en Camilo, en Emilio.

 

Ramiro va a buscar a Camilo pero no están. Se entera del intento de suicidio de Emilio. Se desespera por Miguel. Sabe que se hundirá si su hermano muere por lo que ha ocurrido. En el hospital le informan que las heridas de Emilio no eran profundas y ha sido dado de alta. Vuelve a la mansión pero los hermanos no han regresado.

Camilo se está llevando a su hermano lejos. Maneja Camilo. Emilio está tumbado atrás hundido.  Se van lejos para empezar de nuevo. Camilo trata de animar a su hermano pero Emilio está ausente. Camilo espera que el cambio de aires  lo ayude a olvidar.

 Mientras Miguel pasa su primera noche en la celda. No puede dormir. No hacen más que venirle a la mente los recuerdos de lo feliz que se sintió haciendo el amor con Camilo. De sus miedos. De como confió en él pese a su miedo de volver a ser lastimado. Mira a ese lugar, siente que todo es un castigo, que él comenzó haciendo las cosas mal no importándole que su primo se burlara de su hermano. 

 Espera con ansias la llegada de Ramiro para que le dé noticias pero éste no aparece. No sabe cómo decirle que Camilo y su hermano desaparecieron. Quien si llega es Lucrecia.

--mira dónde llegaste por ese mal hombre --Lucrecia con desprecio.

Madre e hijo se hablan por medio de los barrotes.

--¿que quieres, mamá?

--¡¡quiero que reacciones. Ese hombre te dejó,  se largó con su hermano sin importarle que tú estés en la cárcel¡

Miguel siente un gran dolor dentro de él:

--¡¡no puede ser¡ 

Lucrecia disfruta atormentándolo.

--¡¡ pues así es¡

Miguel se  lleva las manos a la cabeza. Se le escapan las lágrimas.

--me lo merezco, es lo que yo le hice a ellos es imperdonable.

Lucrecia se hace la víctima para manipularlo.

--¡¡no seas mal hijo,  yo me estoy muriendo. Me tienes que ayudar¡

Con una gran herida Miguel dice:

--¿y qué más quieres de mi?

--¡te exijo que reclames tu apellido¡¡

Miguel se levanta  y mira a su madre molesto:

--¿¡de qué hablas?¡

--Si quieres que Manuel retire la denuncia quiero que reclames tu apellido. Obliga a tu hermano a un ADN para demostrar que eres un Del Pozo.

--¿¿¡qué pretendes?¡

--¡¡quiero tu parte de la fortuna de Miguel del Pozo¡ ¡¡me la merezco¡

--Estás loca. ¡ya tienes la mitad, confórmate con eso¡

Lucrecia mira a su hijo con odio:

--¡¡o me ayudas o te pudres en la cárcel¡

--¡¡pues prefiero pudrirme en la cárcel que seguirte el juego¡¡

A ver que por las malas no consigue nada. Lucrecia se hace la víctima. Llora.

--es mi última voluntad antes de morir.

Pero Miguel está ya demasiado decepcionado de su madre.

--para mi ya estás muerta... ¡¡muerta¡

Lucrecia se va furiosa. Miguel se queda llorando.

La acusación sigue en pie y Miguel es trasladado a la prisión del estado. Ramiro lo intercede en el camino.

--¡te juro que buscaré a Camilo, te ayudaremos¡

Miguel mira a Ramiro con tristeza. Se siente perdido.  Ya no le importa nada.

Meses después.   

 Miguel  sigue metido en la cárcel. Se tiene que enfrentar a una condena de 5 años de cárcel. Los recuerdos de su última noche con Camilo es lo que lo acompañan todo el día. En su soledad, en la distancia el amor que siente por Camilo se va haciendo más grande. 

Ramiro ha encontrado un aliado. Jorge. Juntos mueven cielo y tierra para encontrar a los dos hermanos.  El amor nace entre ellos. 

Camilo y Emilio viven aislados del mundo en una hacienda.  Camilo no deja de pensar en Miguel.  Lo ama más que nunca. Lamenta que las cosas no hayan sido como él se las prometió. Pero no quiere llorar. Está seguro que el hombre desapareció de su vida como la otra vez y no va a volver. No imagina lo que está pasando.  La ausencia de su gran amor lo está matando pero la compañía de su hermano que ha encontrado la paz en el campo alivia su dolor. No hablan de lo que ha pasado. 

capitulo 20

 

La fiesta de Santa María del Mar está teniendo un show especial, inesperado. Los del Pozo son la familia más influyente del pueblo y lo que está diciendo Lucrecia es todo un escándalo. En esa fiesta están casi todos los empleados de los hermanos que no dan crédito a lo que oyen.

Muy apenado Miguel frente a frente con su hermano y Camilo mientras Lucrecia, apoyada de Manuel, va  contando que todo fue un plan para vengarse:

--¡¡sí, el  ilustre Camilo del Pozo se dedica a acosar a sus empleados. Mi hijo empezó a trabajar en la cocina para desenmascararlo. Camilo lo despidió y lo obligó a tener sexo a cambio de recuperar su trabajo. Mi hijo aceptó para vengarse de él. Hasta pagó a unos tipos para fingir un asalto contra Camilo y quedar como un héroe. Es un genio mi hijo ¡como ha vengado a su madre¡

 A Miguel le duele mucho el dolor que ve en los ojos de Camilo. Recuerda sus palabras pidiéndole que no lo volviera a lastimar. Ahora lo tiene delante de él y sabe que lo está odiando, que está roto de dolor y eso lo destroza a él.  Miguel trata que Camilo escuche su versión pero el tono de voz de Lucrecia es demasiado alto y no se oye nada más.  Miguel está desesperado. Sabe que a su madre no se la puede parar y lo único que le importa es que Camilo sepa como fueron las cosas en realidad. Grita todo lo que puede para que su verdad sobresalga sobre la mentira de su madre. Todos los ojos están centrados en ellos. 

--¡¡no, Camilo. Las cosas no fueron así¡

Lucrecia sigue hablando.

--¡no mientas hijo¡ yo fui quien te dio la información del bastardo para que lo destruyeras¡

Emilio está muy abrazado a Camilo y miran con odio a Miguel. Camilo no se mueve. Está destrozado. Miguel está desesperado.

--¡¡por favor,  vamonos a un sitio donde podamos hablar tranquilos¡

Miguel trata de acariciarlo pero Camilo le da un golpe en la mano:

--¡¡no me toques¡

Camilo está furioso. Miguel muy angustiado mira a Emilio 

--hermano yo…

Emilio no lo deja seguir.

--¡no me llames hermano¡

A Miguel le destroza el odio que ve en su amante y su hermano.  Miguel mira al escenario. Mira a su madre con rabia. Con dolor. Siente pena que sea su propia madre la que está destruyendo su vida, Lucrecia sigue hablando.

--Lástima que el maldito de Miguel Del Pozo no se enteró que fue su hijo menor el que me  vengó. Emilio del Pozo ha regalado la mitad del imperio de su padre a mi sobrino para obligarlo a coger con él. Si su padre viera lo que su hijo ha hecho con su fortuna se volvía a morir…

Emilio se queda paralizado por el miedo, por la vergüenza. Camilo y Miguel lo miran con tristeza. Camilo lo abraza mientras Miguel se acerca al escenario para detener el show. Emilio trata de huir de las miradas malintencionadas de la gente. Emilio siente terror al escuchar la voz de Manuel.

--Miguel y yo nos unimos para destruir a los dos hermanos.  Miguel llegó para seducir y destruir al bastardo ya que no se iba a acostar con su hermano por eso mi primo me pidió que lo hiciera yo. Con Emilio fue fácil porque ese feo es un viejo degenerado.  En seguida me ofreció dinero por sexo. Me acosaba constantemente.

Miguel enloquece y corre abriéndose paso a empujones. Manuel, mientras, se ríe de Emilio cuenta cómo fue todo:

--me tenía desesperado. Me espiaba. Me seguía. En mi casa. En el gimnasio. Cuando jugaba a fútbol. No me dejaba respirar. Me acosaba constantemente pero bueno... me ofreció una fortuna para coger y claro... ¡que iba a decir yo¡ me sacrifiqué por mi primo para que tuviera la herencia de su padre. Ese joto se la hubiera regalado a cualquiera¡

Emilio está deshecho y llora. Miguel sube al escenario, se lanza contra Manuel y lo quiere matar a golpes.

--¡¡te voy a matar, desgraciado¡ ¡¡¡te voy a matar¡

Lucrecia grita:

--¡¡ayúdenme¡¡ayúdenme ¡

Miguel es mucho más fuerte que Manuel y está furioso por el daño que le han hecho a su hermano y a Camilo. Se saca encima a dos tipos que lo quieren separar de Manuel. Camilo está deshecho, lo que más le duele es que se hayan metido con su hermano y que haya sido su amado el que permitiera que lo humillaran. Emilio sentía mucha paz en compañia de Miguel y le duele que él haya participado en ese venganza. Aprovechando el desconcierto por lo que está pasando en el escenario, Camilo huye con su hermano. Lucrecia le da golpes a su hijo con el bolso.

--¡¡lo vas a matar, salvaje¡

Manuel ha perdido el conocimiento y está sangrando.

Al ver que su amante  y su hermano se van, Miguel trata de impedirlo. Usa el mismo método que su madre. Con el micrófono grita:

--¡¡Camilo, no te vayas¡ ¡¡te juro que lo que ha dicho mi madre no es toda la verdad¡

Y ahora que siente que lo ha perdido dice:

--¡te amo, Camilo¡ no te iba a lastimar!

Lucrecia está arrodillada tratando de que Manuel recupere el conocimiento. Se entrenta a su hijo:

--¡¡eres una bestia¡

Pero Miguel sólo piensa en su amado:

-- Todo lo que dije ayer es cierto. Estaba naciendo algo bello entre los dos¡¡me tienes que escuchar... yo te amo¡

Camilo y Emilio están fuera de la plaza, heridos de muerte. Miguel, al ver que no se detienen, baja del escenario.

--¡¡no vayas, te lo ordeno¡ --le exige Lucrecia.

Miguel no le hace caso. Muy molesta la madre le dice:

--ya hijo, no le ruegues a ese degenerado. Los dos tienen lo que se merece ¡¡tú deber es estar conmigo¡

--¡¡esto no te lo voy a perdonar nunca¡ --dice Miguel muy herido.

--lo hice por tu bien.

--te odio mamá. --dice herido.

--¡¡a mí me respetas¡¡

Miguel huye de su madre. Lucrecia grita.

--¡¡vuelve, te lo ordeno¡

Pero Miguel se pierde entre la gente. Manuel está abriendo los ojos. Lucrecia lo trata con cariño.

--¿estás bien?

Manuel está muy débil.

--no te muevas. Ya viene la ambulancia. --le dice Lucrecia.

--me las va a pagar. Miguel me las va a pagar.

Lucrecia siempre piensa las cosas con antelación:

--si, mi querido. Con esto lo tenemos donde queremos.

Miguel llega rápidamente a donde están Camilo y, Emilio . Los llama pero ninguno de las dos lo quiere ver.

--¡mi madre está muy enferma y por eso dije que la iba a ayudar pero yo no participé. No medí las consecuencias pero no fue mi idea. No hice nada. Perdóname Emilio por no parar a Manuel pero lo hice por mi madre¡

Los dos hermanos van caminando. 

--¡me tienen que escuchar¡--dice Miguel con desesperación. Camilo al fin descarga la rabia que siente contra él. Lo tumba al piso de un puñetazo y le escupe con odio:

--¡¡lo que le has hecho es una monstruosidad¡ ¡¡no te quiero volver a ver jamás en mi vida¡

--¡¡yo no te he hecho daño, yo te amo¡¡ --Miguel desesperado.

Camilo no hace más que pensar en los momentos felices que vivió con Miguel pero si su primera vez se convirtió en una humillación, esta segunda vez está siendo trágica.

--¡¡todo fue un truco desde la primera vez que nos vimos en el hotel¡ ¡lo tenías todo preparado¡¡

--¡¡No te juro que no. Cuando vine a buscar al pueblo  no te conocía pero ya tu foto me había impactado¡

Camilo lo golpea de nuevo:

--¡¡basura¡¡

--Camilo, mi mamá se está muriendo. Está muy enferma. Yo no quería pero me dejé convencer por ella, por su odio --trata de justicarse él.

Camilo lo mira con desprecio:

--lo que hiciste...

Carlos los interrumpe. Golpea a Miguel:

--¡¡esto por usarme¡

Miguel se lleva las manos a la cabeza. No quiere que Carlos empeore aún más las cosas.

--¿¿que significa esto? --Camilo.

--¡¡Él me usó para acercarse a usted. Es una bestia¡ ¡¡me hizo su amante. Se burló de los dos¡

Tanto Camilo como Carlos no hacen más que insultar a Miguel. Él está vencido. Carlos no le importa pero sí Camilo. Emilio se va con Camilo. Miguel quiere seguirlos pero Carlos no le deja.

--¡¡tú me debes una explicación¡

Miguel da un empujón a Carlos para sacarselo de encima   y corre hacia la mansión pero la policía lo rodea. Miguel está muy angustiado.

--¿¿y ahora qué pasa?

--queda usted detenido por intento de asesinato en la persona de su primo.

Miguel cree que es una broma pero lo esposan. Está arrestado.