Capitulo 2

 

Ramiro se ríe mucho con sus amigos al ver como Camilo se ha creído la nota y se va tras Miguel.

--la cara que va a poner Miguel cuando lo vea--dice Ramiro a sus amigos.

Todos se ríen. Ramiro matiza:

--la cara que va a poner el feo como lo pille en bolas. Se va a morir.

Todos ríen.

Sin imaginar la broma que sus amigos le están gastando a Camilo, a solas en el cuarto. Miguel se baja el bañador y se prepara para darse una ducha. Camilo siente que el corazón se le va a salir de la garganta. Siente vergüenza pero la atracción que le ha despertado Miguel es muy fuerte y lo supera todo. Tiene que burlar la vigilancia de sus profesoras para entrar y meterse en el área del otro grupo  Está muy excitado. Lee la nota una y otra vez:

--si te gusto, si sientes algo por mí sube a mi cuarto. Te daré tu regalo de cumpleaños. Sino no me vuelvas ni a mirar.

También le pone el número de habitación. Miguel está en la ducha, su cuerpo cubierto de jabón. Se va frotando con las manos. Está muy relajado. Camilo siente que se le va a escapar el corazón del pecho.

--un regalo... ¿para mí? ¿¿qué será?

Mientras va a acercándose al dormitorio piensa:

--¿me pedirá que seamos novios?

Está muy sofocado.

--¡¡se me hizo, se me hizo¡

Camilo está contento.

--todo el mundo que me decía que con lo feo que soy nunca iba a tener un novio y menos que mereciera la pena.

Camilo piensa en lo envidiado que será cuando se pasee de la mano de ese chico tan guapo. Camilo toca a la puerta.

--¿Miguel?

El chico recién se está aclarando el cuerpo y no lo oye. Camilo abre la puerta.

--¡¡Miguel, soy yo¡

Miguel está aclarando su cuerpo, recorre su cuerpo con sus manos mientras el agua y jabón desliza por su pecho, vientre, genitales, piernas. Camilo está ya en la habitación. Le sorprende oír a alguien en la ducha. Se iba a ir pero la advertencia que si no va al encuentro se olvide de él le hace cambiar de idea. Miguel le gusta mucho y le quiere demostrar que está dispuesto a todo por él.

--¡Miguel¡ ¡¡soy yo¡

Miguel oye que lo llaman pero no reconoce la voz. Apaga el grifo.

--¿hay alguien?

La voz de Miguel penetra en el feo. Está muy emocionado. Miguel le gusta y mucho.

--soy yo...Camilo

Miguel se queda de piedra:

--¿y este que hace aquí?

Le sorprende pero le excita la situación, el estar desnudo con ese joven que recién conoce.

--¿Camilo?¿eres tú?

--vine a por mi regalo de cumpleaños. Me lo debes.

Miguel sonríe seductor:

--con la cara de mosquita muerta que tiene... menuda putita está hecho. Yo creía que buscaba amor pero está desesperado porque alguien le haga el favor--murmura excitado.

Miguel sale de la ducha totalmente desnudo y secándose la cabeza con la toalla. Camilo casi se desmaya. Se sienta en la cama.

--¡¡madre mía... yo...¡ ¡¡yo no...¡

Camilo está muy nervioso. Nunca pensó ver eso. Nunca pensó ver a Miguel desnudo. Nunca vio a un hombre desnudo. Desde adolescente no entra en los vestuarios porque siente asco de su cuerpo y le da vergüenza que lo vean desnudo. Ahora tiene delante un hombre desnudo y uno espectacular.  Es una visión demasiado bella, no la puede aguantar. Se tapa los ojos. Separa un poco los dedos. Nunca vio algo tan hermoso y le gusta. A Miguel le excita lo contradictorio que es el joven que por un lado se mete a su cuarto cuando está en la ducha y ahora se ve avergonzado. Miguel le guiña el ojo:

--Si te apetece mirar mira. Disfruta de la vista --dice seductor.

Camilo sofocado dice:

--No... yo... Yo... yo me voy...

Camilo se iba a ir pero Miguel corre hacia él. Camilo se queda extasiado.  Miguel le parece un ángel, una criatura celestial en su estado más puro, más bello. Ver aquel miembro que ve (el de un adulto que no sea el suyo)por primera vez al natural y en movimiento lo ha dejado petrificado. Está temblando. A Miguel le gusta sentirlo temblar en sus brazos. 

--¿no es esto lo que querías? --dice Miguel  seductor.

--No... yo... bueno... quería mi regalo de cumpleaños. --balbucea Camilo temblando.

Camilo está nervioso pero excitado en los brazos de un desnudo Miguel. Le da miedo pero le gusta sentir el cuerpo desnudo de él.

--pues aquí está.

Miguel lo besa. Lo besa con pasión. Es su primer beso de amor. Está derretido.

--¿te gustó mi regalo?

Camilo hace que sí.

--pues ahora viene lo mejor.

Aunque Miguel nunca pensó acostarse con el feo le ha excitado la situación. Lo va llevando hacia la cama mientras le toca el paquete.

--oye, que grande la tienes --Miguel excitado mientras lo masturba 

--No... esto no está bien. Aún no somos novios. No soy una putita --jadea Camilo aunque sin irse, acepta esas caricias que disfruta.

Miguel lo mira con cara de degenerado mientras se arrodilla ante él seducido por ese gran rabo.

--si lo estás deseando, uno sólo debe hacer lo que le viene en gana.

Camilo lo mira con miedo:

--es mi primera vez,  júrame que no me vas a dejar después.

Miguel sonríe. Camilo se derrite y Miguel  no tiene que contestar. Camilo se retuerce de placer mientras Miguel hace que dispare su arma. Luego Miguel se tira sobre él, Camilo cierra los ojos y disfruta de los brazos de Miguel. No lo desnuda,  tan solo lo necesario. Grita como si lo apuñalaron cuando Miguel se clava en el. Ese dolor de la primera vez es lo único que excita a Miguel que no ha usado protección puesto que Camilo no le puede contagiar nada. Es bastante rápido y sólo ha sentido dolor. Camilo no se atreve a mirarlo. Está un poco decepcionado. Miguel se pone el boxers mientras Camilo se sube los calzoncillos y los pantalones. 

--así que eras virgen de verdad --dice Miguel divertido.

Camilo lo mira adolorido. Soñaba con una primera vez bonita con un príncipe. Miguel es más guapo de lo que soñó pero no ha sido algo bonito. Miguel lo mira frío. No tiene ningún interés en ese feo.

--si no te ha gustado mala suerte, la primera vez no suele gustar. Ya te he dado lo que buscabas. Ahora vete.

Camilo tiene la cabeza agachada.

--sí pero es que ¿ahora qué?

--pues ahora cada uno a seguir su vida.

--¿me vas a dejar?

Solloza Camilo . Miguel  ríe:

--nunca ha habido nada entre nosotros.

Camilo está desesperado:

--¡has sido el primero¡

-- era esto lo que querías. 

--en realidad no…--Camilo tímido.

--¿y para qué me has venido a buscar?

Se oyen risas. Camilo y Miguel miran a la puerta. Ramiro y sus amigos lo están mirando todo.

--¡¡cómo te has cogido al feo,  no creí que estuvieras tan desesperado¡¡ --Ramiro.

Todos se ríen y a Miguel no le gusta que sepan lo que ha hecho. Ramiro se burla. Señala la bragueta de Camilo que está bajada.

--a mi me daría asco estar con el feo pero hay que reconocer que  pedazo de verga que carga por eso camina doblado. 

Y todos se ríen. Menos Miguel y Camilo. Camilo está destrozado. Miguel lo mira con pena. Ramiro sigue hablando de la verga de Camilo.

--Lo que se la habrá jalado hasta que encontró a quien le hiciera el favor. Te recordará toda la vida.

Y Ramiro y los amigos venga a reír. Camilo cree que Miguel lo ha planeado todo para reírse de él:

--¿porqué me has hecho esto?

A Miguel le duele mucho el dolor de él.

--no yo en realidad...

Miguel no acaba la frase. No sabe qué decir  Camilo se va avergonzado. Llorando. Miguel está algo aturdido. No sabe qué pensar. A Camilo se le ha caído la nota. Miguel reconoce la letra de Ramiro. Lo agarra del cuello.

--¡¡eres un imbécil¡

Los amigos se ríen.

--¡sois unos payasos¡ --Miguel.

--y tú eres nuestro héroe, que favor que  le has hecho al feo ¿no que no te gusta?¿que ni que fuera el único hombre del planeta?

A Miguel no le gusta que insinúen que le gusta Camilo y que se rían de él.

--¡¡no y no me gusta pero le quise hacer el favor por pena¡

Camilo se finge enfermo. No le cuesta mucho convencer a sus profesoras que está enfermo y lo mandan a casa. Miguel lo busca para explicarse. Al darse cuenta que se fue se queda más tranquilo:

--mejor, después de lo que pasó no me apetece verlo.

Aunque por otro lado se siente un poco decepcionado:

--no le gusto tanto.

Ramiro se burla de él:

--el feo te abandonó después de usarte ¿eh?

Miguel mira a su amigo molesto.

--¡¡vete al diablo¡

Ramiro conoce a su amigo y sabe que detrás de todo ese enfado hay un sentimiento hacia el feo, aunque no lo reconoce le ha gustado conocerlo.