capitulo 8

 

 

Miguel está entrando en el hotel de Camilo. Mira hacia todos los lados.

--¿dónde estará?

Está nervioso. Se siente fuera de lugar.

--¡¡todo esto es una locura¡ --dice para sí.

Tiene guardada en su bolsillo esa foto que le impactó:

--si es como en la foto no pasa desapercibido. Es un hombre impresionante. Justo como a mi me gusta. No es un sacrificio coger con él pero ¿enamorarlo? De plano mi mamá enloqueció. Ni que su plan fuera tan fácil.

Va mirando hacia los despachos:

--imagina si tuviera la casualidad que se me aparece.

Miguel tiene prisa en acabar con la locura de su madre para poder volver a su vida, a estar cerca de ella. Como está un poco despistado, un guardia lo llama.

--¡¡usted¡ ¿¿donde va?

--vengo para el trabajo... yo...

El guardia ni lo escucha:

--es por allá.

y le va dando empujones. Lo lleva hacia el lado contrario. Miguel se va girando.

--¿y estará ahora?

Para sí se recrimina su comportamiento:

--¡¡a ti que te importa cuando lo veas¡ ¡¡no tiene porque ser precisamente ahora¡

Miguel ya no se vuelve a girar. En ese momento Camilo sale de su despacho. Ve a Miguel de espalda. Ese hombre rubio con ese culo apretado, redondo y pequeño  le hace sentir escalofríos y eso que no le vio la cara. Se estremece como sólo un hombre lo hizo estremecer. Y a él mismo le sorprende. Se sofoca.

 

Emilio está con sus perros. Después del partido los chicos se duchan. Los vestuarios dan a la calle. Hay ventanas altas. No se puede ver nada pero se escucha todo. Se pone muy cachondo oyendo sus voces. Sus risas. El agua que cae sobre sus desnudos cuerpos. Se pone muy cachondo sabiendo que tras una pared hay muchos jóvenes guapos desnudos. Ventana a ventana por esa calle puede oír lo que ocurre en ese vestuario. Le gustaría estar ahí dentro pero no le gusta el fútbol ni ver gente. Reconoce la voz de Manuel pese a que nunca han hablado pero lo ha oído de lejos. Habla con otro chico. Supone que es con el que está siempre. Se ve muy amistoso. Le excita imaginarse a esos dos guapos desnudos juntos pero a la vez siente celos. Cuando deja de oírlo se aleja. Lo espera en la puerta pero en la acera de enfrente. Él con sus tres perros siempre pendiente de Manuel. Los chicos no tardan en salir. Mira a Manuel con amor. Con amor y con tristeza y también con celos. Siente celos de lo amigable y cariñoso que es con Jorge. Sabe que un chico tan guapo nunca será para él. Va vestido de chico duro. Muy motero. Sin afeitar, despeinado.  Le gusta mirarlo pero también se siente vacío.  Le da mucha rabia que se vaya con Jorge. Van en la moto de Jorge. Manuel va detrás y se abraza a su cintura 

Al llegar a casa, Emilio se encierra en su cuarto. Está excitado y frustrado. Se masturba pensando en Manuel. Se imagina su cuerpo desnudo bajo el agua. Le tiene muchas ganas al chico y se siente mal al saber que nunca será para él. En el momento que se viene Camilo toca la puerta. 

--¿puedo pasar?

--¡un momento¡ --dice sofocado.

Emilio trata de ahogar su gemido. Se limpia rápido y se abrocha los pantalones. Camilo pasa y se da cuenta de lo que pasaba.

--lo siento. No te quería molestar.

Emilio ve a su hermano como un hombre deseado y envidiado. Se siente inferior. No quiere que se dé cuenta que se tocaba. Se esfuerza por mostrarse tranquilo.

--no. Si no hacia nada.

Camilo se sienta a su lado. Lo acaricia fraternalmente. Últimamente lo ve más ansioso y le preocupa. 

--¿porqué no me cuentas lo que te pasa?

--Es él... Manuel no me quiere --dice Emilio amargado.

Camilo le sonríe, la trata con cariño:

--será porque no te merece, ya llegará a tu vida el hombre que te conviene.

--yo creo que ese hombre se perdió o se equivocó de chico o lo asusté por feo --se ríe aunque con amargura.

--si salieras. Si te relacionaras con la gente...

--ya sabes que no me gusta.

Camilo es muy cariñoso.

--¿y así cómo vas a conocer a alguien?

Emilio se encoje de hombros. Camilo es muy cariñoso y no deja de acariciarlo muy fraternalmente. 

--Ese hombre llegará.

--¿a ti no te llegó no?¿no quieres tener novio?con lo guapo que eres no entiendo cómo estás solo ¿no te has enamorado?

Camilo le sonríe con cariño

--creí que sí, era rubio... ojos claros bellos. Tenia un rostro bellísimo. Parecía un ángel. --dice con triste.

--Como Manuel. Ni que fueran familia --dice Emilio divertido.

--No hay que dejarse llevar por la primera impresión. Esos hombres sólo buscan sexo. Y más si es más joven que tú. Lo mejor es que busque un chico con el que se divierta y te deje a ti en paz.

--¿porqué? ¿porqué soy feo yo no le sirvo? --Llora él.

--¿es que tú lo que quieres es que se diviertan contigo?

Emilio suspira enamorado:

--No, no. No sólo eso. Yo lo que quiero es pasar el resto de mi vida con él. Quiero encontrar a mi príncipe pero también me apetece coger.

Los hermanos se miran con complicidad  

--¿y crees que Manuel es lo que busca es ser tu príncipe? Es joven, guapo,  busca divertirse. Olvidalo. Es lo mejor. Si necesitas un amigo ya sabes que…

Emilio se sofoca. Cree que lo dice porque sabe que se masturbara y nervioso dice.

--¿Que insinúas? No hacía nada. 

Emilio se siente avergonzado. Camilo le sonríe con cariño.

--Yo no digo nada. Eres tú el que quieres coger. Hace tiempo que no me lo pides, puedes llamar tú pero creo que no lo  haces, yo creo que te vendría bien. Yo también tengo mis necesidades. Esta tarde me veo con un chico. Vamos a coger. Le puedo preguntar si tiene un amigo guapo.

Los dos están ansiosos y los dos necesitan desahogarse. Emilio está ansioso por Manuel y Camilo por ese culo que ha visto. Los dos se han quedado con ganas de cogérselos.  A Emilio le duele saber que mientras con su hermano se acostarían gratis por él pedirán dinero, pero Camilo se lo oculta y Emilio finge que no lo sabe.

--Esta bien

Camilo le sonríe. Le acaricia la cabeza muy amoroso. A Emilio le queda un año para cumplir los 40 pero Camilo aún lo ve como a un niño. 

--Yo te aviso.

A Camilo le gusta ayudar a su hermano. Que confíe en el. Sabe que es débil y no sabe enfrentarse a la vida,  relacionarse con los demás. Tiene miedo que lo lastimen y prefiere controlar con quien se acuesta para que no se meta en líos ni lo lastimen.

 

Manuel se levanta desnudo de la cama de Jorge.

--quédate --le pide el otro. 

Manuel se pone los jeans.

--tengo prisa.

Lucrecia lo llama al celular. Aunque hace poco que se conocen, Manuel confía en Jorge. Habla delante de él. A Jorge le ha ido bien la llamada pues le encanta contemplar al chico medio desnudo 

--¿cómo te va con ese?

--lo tengo a mis pies. Está deseando que le haga el amor. Me daría su vida por coger.

Lucrecia siente mucho odio:

--¡si su padre levantara la cabeza¡ ¡de sus hijos sólo Héctor es un orgullo. Los otros dos son una vergüenza. Los hijos que merece ese desgraciado¡

--Yo lo estoy ignorando como me dijiste pero ese viejo está ya más que listo para caer.

--bueno, en todo caso acércate un poco pero sólo como conocidos. Que sufra por ti, que se vuelva loco, que te regale su alma ¿lo viste a tu primo?

--¿Miguel está acá? --Manuel sorprendido.

--sí, recién llegó a Santa María del Mar. Supongo que está en el hotel del pueblo,  creo que no hay muchos.

--pues ya que él está acá puedo vivir con él. Esa vieja con la que me metiste es de un pesado, se cree mi vieja.

--Mejor no, no os deben relacionar.

--está bien. Espero instrucciones.

Miguel se ha dado una ducha. Sale del baño totalmente desnudo. Se acerca al balcón. Respira el aire, el mar.

--que rico huele el mar.

Miguel se siente relajado en ese luego:

--al menos el pueblo se ve bonito, tranquilo. Me vendrá bien pasar unos días alejado de todo. Los cambios de aires siempre son buenos.

Piensa que no está ahí de vacaciones. Le pone nervioso que tiene que seducir a un hombre que conoce de nombre y por una foto:

--¿¿qué es lo que hago aquí? ¿¿qué?

Está en un piso alto así que nadie puede verlo. Él tampoco ve con claridad la gente que pasa.  Igual está ya oscureciendo así que tampoco podría reconocer a nadie aunque viera a alguien conocido. Precisamente a Camilo le gusta mucho pasear de noche junto al mar. Camina descalzo  por la orilla mientras que el agua acaricia sus pies. Así relaja la tensión, así olvida por un momento sus problemas. Aunque no se da cuenta de quién es,  Miguel ve a ese hombre. Le sorprende su soledad:

--qué hace ese hombre aquí solo ¿será guapo?

Sonríe pícaro:

--No, no puede ser guapo... de ser guapo estaría acompañado.

Entra en el cuarto, se tumba en la cama. Un brazo bajo la nuca. Con la otra mano mira la foto que le dio su madre:

--tú sí que eres guapísimo ¿porqué esa mirada triste? ¿¿porqué solo?¿sólo buscas coger?

Miguel se queda un buen rato mirándolo. Le gusta mucho hacerlo. Esa foto le ha impactado.

--se ve un gran dolor dentro de ti ¿¿quien te lastimó de esta manera? ?¿quien pudo haber lastimado a un hombre tan espectacular?

Miguel se estremece al pensar que se tiene que acostar con él:

--¡que pedazo de macho, será un placer hacerte el amor, lindo¡ --dice mirando esa foto.

Camilo por su lado se sienta frente al mar. Aunque trata de  borrarlo de su mente, de estar en paz consigo y el mar el recuerdo de Miguel no deja de angustiarlo.

--¿porqué me hiciste tanto daño?

Siente un gran rencor hacia él, no imagina que está a pocos metros de él. Mientras Miguel mira la foto del hombre con la que se tiene que acostar:

--cuando nos veremos ¿mañana?

Está muy ansioso. Tiene muchas ganas de conocerlo.